viernes, 25 de diciembre de 2009

UNA CANCIÓN DE NAVIDAD

Una reflexión como inicio:

Son tiempos de navidad, de encuentros y desencuentros, de reflexiones y replanteos. Se acerca el fin de un período más y parece que todo termina y todo empieza y sin embargo todo sigue igual. Pero el hombre, los hombres necesitamos de esperanzas, sino cómo soportar la vida. Y es en esta época en la que queremos ser más bueno, mejores. ¿Qué nos pasa el resto del año? Es por eso que me gusta leer y releer la “Una canción de navidad” de Charles Dickens. ¿En qué canal de TV, de niños o de adultos no han proyectado esta historia en mil versiones diferentes?
Los tres fantasmas – pasado, presente y futuro - que despiertan al protagonista de su sueño, del sueño real y del que adormeció su vida hasta esa noche, son sus tres maestros, pero también lo son para cualquiera de nosotros. La obra de Dickens es un canto al espíritu navideño, pero también es una enseñanza de vida que arroja una mirada compasiva y solidaria hacia los demás y por qué no sobre uno mismo.
Esto podría entenderse como “todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy”. Si se es capaz de dar, se recibe y no se trata únicamente de recompensas materiales, también cuentan las otras las que provienen del alma, del centro de los sentimientos y esas son las mejores, las que más reconfortan.
Es en este sentido, que los fantasmas obligan a Scrooge, a un replanteo de su vida que intenta superar el dolor por lo vivido, la aspereza de un magro presente que él mismo construyó y el deseo de modificarlo, para así también modificar el futuro. Y tanto Scrooge, como Dickens, lo logran y cuando uno termina de leer este precioso regalo que es “Una canción de navidad”, todos nos sentimos imbuidos de ese espíritu navideño que su autor nos quiere impregnar hasta en lo más sutil de nuestro corazón. Es así, que en el Prefacio de la novela ya queda planteado este propósito:
“En este pequeño libro de fantasmas he intentado evocar el fantasma de una Idea que no ponga a mis lectores de mal humor con ellos mismos, con el otro, con la época navideña o conmigo. Ojalá hechice agradablemente sus hogares y nadie desee dejar de leerlo.
Su devoto amigo y servidor,
Charles Dickens”

Argumento de la obra:

El protagonista es Ebenezer Scrooge, una persona avara y tacaña que no celebra la fiesta de Navidad a causa de su solitaria vida y su adicción al trabajo, al que no le importan los demás, ni su empleado Bob Cratchit, ni su sobrino.
Un día, en víspera de Navidad, Scrooge recibe la visita de un
espíritu misterioso que resulta ser el de su mejor amigo y socio Jacob Marley, el que al iniciar el relato muere. Cuando se cumplen siete años de su muerte, se presenta ante Scrooge y le cuenta que, por haber sido avaro en vida, toda su maldad se ha convertido en una larga y pesada cadena que debe arrastrar por toda la eternidad. De esta forma le anticipa a Scrooge cuál es el futuro que le espera después de su muerte y le anuncia la visita de tres espíritus de la navidad. Scrooge no se asusta y desafía esta predicción.
Con el tiempo aparecen los tres espíritus navideños: el del Pasado, que le hace recordar a Scrooge su vida infantil y juvenil llena de melancolía y añoranza, así como su desmedido afán de enriquecerse.
El del Presente hace ver al avaro la actual situación de la familia de su empleado Bob Cratchit, que a pesar de su pobreza y de la enfermedad de su hijo Tim, celebra la navidad.
Luego el Espíritu le muestra cómo todas las personas celebran la Navidad; incluso su sobrino Fred, celebra la Navidad de una manera irónica pero alegre (debido a que los invitados no quieren la presencia del avaro). Al final el espíritu muestra a un par de niños de origen trágicamente humano: la Ignorancia y la Necesidad; posteriormente el espíritu desaparece inmediatamente a la medianoche.
El Espíritu del Futuro, mudo y de carácter sombrío, le muestra lo más desgarrador: el destino de los avaros: su casa saqueada por los pobres, el recuerdo sobrio de sus amigos de la Bolsa de Valores, la muerte de Tim Cratchit y lo más espantoso: su propia
tumba, ante la cual Scrooge se horroriza finalmente e intenta convencer al espíritu de que está dispuesto a cambiar si le invierte el destino. Al final, el avaro despierta de su pesadilla y se convierte en un hombre generoso y amable.
El cambio lo vive el propio Scrooge cuando finalmente celebra la Navidad, hace que un jovenzuelo le compre el
pavo y lo envíe para su empleado Cratchit sin dar a conocer quién lo mandó. Posteriormente sale a la calle para saludar a la gente con una Feliz Navidad y entra en casa de su sobrino Fred para festejar, causando asombro entre los invitados. Con respecto a Cratchit, finge reprenderlo por su llegada tarde al trabajo; le da un aumento de sueldo y va con él para ayudar a la familia y en especial a Tim en su tratamiento de la enfermedad, lo que al final causa felicidad en ellos haciendo memorable la frase del pequeño Tiny Tim: Y que Dios nos bendiga a todos.

Para escribir la obra, Dickens se basó en la realidad denigrante del Reino Unido durante la revolución industrial en el siglo XIX: el maltrato de los niños y jóvenes que trabajaban y estudiaban en las condiciones más crueles en la sociedad proletaria; para ello, leyó informes del parlamento británico sobre las condiciones de miseria en los menores de edad.
Dickens abogaba por una actitud más benévola y caritativa con los niños, pues las condiciones de la era victoriana les eran adversas como la
prostitución, la mendicidad, el trato a los obreros y el aumento de la población a consecuencia de la industrialización del país y el colonialismo británico en el mundo.

Biografía del autor:

Charles John Huffam Dickens (Portsmouth, Inglaterra, 7 de febrero de 1812Gadshill Place, Inglaterra, 9 de junio de 1870) fue un famoso novelista inglés, uno de los más conocidos de la literatura universal, y el principal de la era victoriana. Supo manejar con maestría el género narrativo, con humor e ironía, y una aguda y álgida crítica social. En su obra destacan las descripciones de gente y lugares, tanto reales como imaginarios. Utilizó en ocasiones el pseudónimo Boz.
La popularidad de sus novelas y relatos cortos durante su vida y en el presente es fácilmente demostrada por el hecho de que ninguna se ha dejado de publicar. Dickens escribió novelas por entregas, el formato usual en la
ficción en su época, por la simple razón de que no todo el mundo tenía los recursos económicos necesarios para comprar un libro, y cada nueva entrega de sus historias era esperada con gran entusiasmo por sus lectores, nacionales e internacionales. Dickens es actualmente y como lo ha sido siempre, admirado por escritores en todas partes como un ídolo literario.

El cierre:

Finalizando - y esto lo digo yo y no Dickens - con la breve reflexión del inicio y los datos aportados después sobre esta preciosa historia y su autor, quiero saludar a todos y darles la bienvenida a los futuros lectores y/o seguidores de este blog. Hoy es noche buena y este es mi presente, humilde, pero regalo al fin, que lanzo al espacio virtual y como todo “lo que doy es a mi misma a quien me lo doy”, estoy segura de recibir algunos comentarios que me hagan sentir menos sola en lo infinito de la web.

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